Hay sorpresas que no siempre son agradables, declaración de herederos
Con frecuencia asociamos las sorpresas con acontecimientos grandiosos: ¡Un ascenso en el empleo, una fiesta sorpresa, un aumento de sueldo…! Pero pocas veces pensamos en aquellas que nos pueden provocar un dolor de cabeza a nosotros o a quienes muchas veces consideramos lo más importante: nuestra familia. Lo abogados se enfrentan a diario a problemas y disputas legales que no siempre son agradables, pero con un poco de previsión uno se puede ahorra muchas molestias. Como en el caso del fallecimiento de un familiar sin testamento que provoca un dolor de cabeza para todos al tener que recurrir a la costosa y en muchos casos problemática declaracion de herederos.
Casos que pasan.
Doña Laura tiene cinco hermanos y cuenta como su padre, era dueño de una pequeña pero bonita propiedad rural. Falleció cuando ella tenía apenas trece años y junto a sus hermanos quedaron completamente huérfanos. A partir de entonces fue un verdadero suplicio que recibiera esa propiedad como herencia, aun siendo heredero universal. Hasta tuvieron problemas para recibir una subvención del gobierno por el inmueble. Todo eso se lo habrían evitado con un testamento.
A partir de esas experiencias podemos aprender la importancia de no dejar al azar los asuntos legales si uno llegara a morir.
Con la asesoría de un buen abogado uno se da cuenta que no es necesario saber mucho de leyes para estar bien cubierto ante esos eventos. Por ejemplo existen varios tipos de testamentos, como el testamento ológrafo, el cual se redacta de tu propio puño y letra-
También existe el testamento abierto y el cerrado. El Testamento Abierto es cuando se expresa la voluntad sea escrita o verbal al notario y este redacta un documento. El Cerrado es cuando la persona redacta su última voluntad y lo entrega en un sobre cerrado al notario para que lo resguarde. Y hay otros que sirven en circunstancias muy particulares como los que se dan a los militares en campaña.
Definitivamente es algo muy sencillo, más aun cuando se considera el precio, unos cincuenta euros en promedio, comparando con los muchos problemas que se les puede ahorrar a la esposa e hijos si uno llegara a fallecer. Además en lugar de que la familia doliente haga esos trámites engorrosos, ellos mismos pueden hacerlos. Cuentan también con otros servicios de asesoría legal, que actualmente son muy prácticos.
Claro está nos cuesta pensar en la hora de nuestra muerte, pero es mejor evitar los muchos problemas legales que vienen cuando no hay un testamento, el tiempo que se invierte, los gastos innecesarios, los tantos abogados que se tienen que visitar… algo que parece no tener fin. Por eso, es momento de empezar a hacer las cosas de diferente forma.